28/02/2018 – Diario Clarín –

El guitarrista y el bandoneonista hablan del proyecto con el que llevan obras propias y de otros autores a un formato tanguero de cámara, que retomarán en Café Vinilo el 1° de marzo.

El guitarrista Julián Hermida y el bandoneonista Daniel Ruggiero junto con el contrabajista Pablo Motta retoman el 1° de marzo en Café Vinilo la interesante propuesta Tango de batuta, un proyecto que abre el género a una estética camarística, pero con un enfoque dirigido a un repertorio de composiciones originales.

“Es una especie de anhelo cumplido, porque son pocas las oportunidades que tenemos para desarrollar nuestra música con una formación grande. También es un desafío probar nuestra música con la orquesta”, señala Ruggiero.

Para Hermida, el proyecto de desarrollar materiales originales con la orquesta significa un cambio importante en la escena del tango. “El tango atraviesa un muy buen momento, con compositores interesantes, pero tiene mucho de “under”, y eso es lo que intenta romper esta propuesta. Tocar música original con orquesta es una experiencia movilizadora, tanto para los músicos como para el público”, dice Hermida.

Tanto Ruggiero como Hermida destacan la calidad de los invitados, entre los que se cuentan la cantante Lorena Astudillo, la violista Elizabeth Ridolfi, el saxofonista Bernardo Monk y la orquesta de la que participarán Adrián Enríquez en piano, Basilio Fernández en bandoneón, Emilio Longo en contrabajo, Javi Case y Octavio Godoy en violines, Gustavo Barahona, en viola, Camila Dos Santos en cello, Carolina Davis en fagot. Todos, convocados por repertorios que incluyen obras de Ruggiero, Hermida, Pablo Estigarribia, Fernando Otero y Luis Alberto Spinetta.

“Este año habrá un plus, que es la participación de una cantante. La idea es que no provenga del tango, como Astudillo, y tomar un compositor de otro género; en este caso serán dos temas de Spinetta, Plegaria para un niño dormido y Barro tal vez arreglados para orquesta. Tratamos de darle este año a la propuesta un tono menos exclusivo, menos cerrado y más popular; por ejemplo, ahora será Spinetta, y en el próximo Tango con batuta será la música de Gustavo Cerati”, añade Hermida.

Ruggiero, a su turno, reflexiona sobre el crecimiento que genera este proyecto. “Tenemos composiciones hechas para orquesta que están en el papel y que difícilmente se llegan a tocar tal como fueron escritas. Por eso, ésta es una oportunidad doble: por un lado, siempre es interesante para un músico exponer sus composiciones, pero aquí el interpretarlas con una orquesta y dirigiéndola nos da una experiencia importante que no es común transitar”, cuenta el bandoneonista.

Hermida es un guitarrista que tocó con Leopoldo Federico, Manolo Juárez, Lito Vitale, Amelita Baltar, Guillermo Fernández y María Graña, entre otros, y que editó cuatro discos: Zona Sur (2008), Hermida en blanco y negro (2014), con el pianista Juanjo Hermida y con el ganaron el Premio Gardel como Nuevo Artista de Tango, Agitango (2015) y Desgenerados (2016).

En tanto, el bandoneonista Ruggiero, que estudió con Néstor Marconi, Julio Pane y Alejandro Zárate, entre otros, en 2015 recibió la primera mención de honor en el Premio Nacional de Composición de Tango y Folklore, y en 2017 lanzó su primer disco solista, Bandoneón es cultura.

Para el primero, Tango de batuta «surge como una necesidad de llevar al escenario una parte del material que escribimos. Es una propuesta que tiene mucho de autogestión ya que tanto Daniel (Ruggiero) como yo podemos hacerlo porque trabajamos dentro del tango clásico también; Daniel, en el Faena y yo en la Casa de Homero Manzi”.

Cuándo y dónde “Tango con batuta” se presentará el 1° de marzo, a las 21, en Vinilo Café, Gorriti 3780. Entrada $200.

Nota completa: https://www.clarin.com/espectaculos/musica/tango-batuta-propuesta-mirada-puesta-futuro_0_ByHliwEuM.html