25-08-2021 – Agencia Télam –
El bandoneonista y compositor lanzó su segundo disco solista, «Bandoneón de concierto», un trabajo que busca aportar una nueva mirada en el instrumento y en el género, conjugando la música académica y el tango.
El bandoneonista y compositor Daniel Ruggiero, quien lleva 20 años de trayectoria en el terreno de la música de Buenos Aires, lanzó su segundo disco solista, «Bandoneón de concierto», un trabajo que busca aportar una nueva mirada en el instrumento y en el género, conjugando la música académica y el tango a partir de inspiradas obras para fuelle y orquesta.
«La idea fue hacer un disco orquestal para bandoneón solista, donde el instrumento es el eje del disco», explicó a Télam el propio Ruggiero, quien detalló que con este trabajo cierra una etapa compositiva «resultado de años de estudio en la dirección orquestal».
Luego de su primer disco solista, «Bandoneón es Cultura» (2017) -que incluye nuevos arreglos y composiciones que pueden descargarse en su página web-, el músico y docente nacido en 1979 presenta esta propuesta relacionada con la música académica, donde la voz del fuelle se escucha al frente de una sinfónica, explorando en todas las posibilidades sonoras del instrumento.
El flamante álbum está integrado por dos obras de tres movimientos cada una: la primera, «Bando y banda», es un concierto para bandoneón y ensamble orquestal; y la segunda, «De nácar», es un doble concierto para dos bandoneones con orquesta de cuerdas y marimba.
Hijo de Osvaldo Ruggiero (1922-1994), otro bandoneonista de gran presencia en la tradición del tango que integró la Orquesta de Osvaldo Pugliese, Daniel ganó un lugar en el género como compositor, arreglador y bandoneonista de Quasimodo Trío, una formación instrumental de tango contemporáneo que, desde su fundación en 2004, lleva tres discos editados y uno en proceso de edición, más conciertos en Europa, Estados Unidos y Argentina.
Actualmente Ruggiero trabaja como director musical del espectáculo «Rojo Tango» en el Hotel Faena, y es docente de Bandoneón y Práctica de Tango en el conservatorio Juan Pérez Cruz.
Télam: ¿Cómo surge la idea de pensar al bandoneón como solista en el marco orquestal?
Daniel Ruggiero: Surgió ya hace años, cuando por encargo de Matías Grande, compuse mi «Doble concierto para violín, bandoneón y orquesta». Y esas dos obras grabadas en el disco «Bandoneón de concierto», son la continuación de ese lenguaje, entre tanguero y camarístico.
El tango es un género que tuvo y tiene enormes variantes estilísticas. En su recorrido de poco más de un siglo, ha sido tocado por guitarra, flauta, violín; luego la aparición del bandoneón, los sextetos, las orquestas típicas, quintetos, y muchos estilos. Creo que la tradición del género es innovar.
T: ¿Cómo fue el proceso de este trabajo y qué te motivó a dividirlo en «Bando y Banda», bajo la dirección de Hernán Aranda, y «De Nácar», con Javier Más como director?
DR: Ambas obras fueron creadas con ese concepto claro de bandoneón solista y ensamble. «Bando y Banda» fue compuesta y grabada en 2018, y su grabación coincide con la posibilidad de estrenarlo, algo que sucedió en ese mismo año en La Usina Del Arte, además de contar con la participación de mi gran amigo Israel Torres Araiza, violinista de México.
La segunda obra del disco, «De Nácar», es un doble concierto, donde los dos bandoneones comparten la condición de solistas, frente a la orquesta.
En ambos casos, el aporte tanto de Hernán Aranda como el de Javier Más, terminaron de dar forma a las imágenes de la composición y por supuesto la orquesta en su compromiso y su ductilidad interpretativa.
T: Desde «Bandoneón es cultura» se escucha una interesante búsqueda, aportando nuevas composiciones y sonoridades al tango, partiendo de un instrumento tan emblemático para el género y que en estas obras aparecen como el hilo conductor. ¿De alguna manera este disco es un homenaje al bandoneón y a su vínculo con el tango?
DR: En ambos casos el bandoneón, mi instrumento por herencia y elección, es el eslabón que une estos trabajos. En el cruce fortuito del bandoneón y el tango, dado que el instrumento es un invento alemán, y el tango rioplatense, se dio este resultado tan especial. Es un instrumento que creció técnicamente lejos de donde había sido creado y en un uso opuesto al imaginado por sus creadores.
Los instrumentos utilizados en el tango tienen tradición y escuela de muchísimos años, no así el bandoneón que es un instrumento con poco más de 100 años, como el tango, este desarrollo fue contagiando al género, haciéndolo avanzar y en este sentido hago mi aporte tanto desde la composición y la orquestación, a la constante evolución de este género y este instrumento que nos identifica culturalmente.
T: ¿Este segundo trabajo solista condensa lo vivido en estos años con la música y el tango en particular?
DR: Es el cierre de una etapa compositiva, donde la música académica y el tango conviven, de la misma forma que conviven en mí. Es el resultado de años de trabajo y de mis estudios de dirección orquestal, donde pude empaparme de ese lenguaje. Y el disco con sus obras son el resultado de esos años de estudio más mi bagaje en el tango.
En 2019 se estrenó «Bando y Banda», la primera de las obras, en Paraguay con la orquesta sinfónica nacional de ese país bajo la dirección de Carlos Dos Santos, en su versión Sinfónica. Sin dudas es un resumen de esos años y esas experiencias.
Nota completa: https://www.telam.com.ar/notas/202108/566306-daniel-ruggiero-creo-que-la-tradicion-del-genero-es-innovar.html